Limpia y fresca todo el año. Tras la preparación de la primavera y la paz del verano, en otoño e invierno se impregna del aroma de aceituna recién recolectada.
La molienda en frío, en sus justos términos de batido y temperatura, conservando las características organolépticas, vitaminas, sabor, color, aroma, conseguido tras pasar por decantadores y filtros siempre brillantes, impolutos, inmaculados, con en el proceso de envasado también, con limpieza obsesiva, terminamos la elaboración. El resultado es un aceite picual brillante, redondo, joven, limpio, estable, sano. Con toda su frescura, vitaminas y pureza.